Este martes 1 de julio, una jornada de protestas protagonizada por transportistas y salubristas generó bloqueos masivos en la Ciudad de Guatemala y en distintas rutas del país. Las manifestaciones, motivadas por el abandono gubernamental en temas salariales y el mal estado de la red vial, evidencian el creciente descontento de sectores no alineados con el oficialismo.
Desde tempranas horas del martes, transportistas y trabajadores del Ministerio de Salud iniciaron bloqueos en puntos estratégicos, afectando seriamente la movilidad en la capital y principales rutas del país. La calzada Roosevelt y la 6ª avenida de la zona 11 fueron cerradas por salubristas, según informó la Policía Municipal de Tránsito (PMT), lo que obligó a miles de ciudadanos a buscar rutas alternas ante la parálisis vehicular.
Las demandas de los salubristas se centran en el incumplimiento del incremento salarial previamente aprobado por el Ejecutivo. Pese a los anuncios oficiales, los trabajadores aseguran que el aumento no se ha hecho efectivo, lo que consideran una burla hacia el personal que labora en condiciones precarias en hospitales y centros de salud pública.
En paralelo, transportistas se sumaron a las medidas de presión bloqueando el kilómetro 21 de la ruta al Pacífico (CA-9 Sur), en jurisdicción de Villa Nueva. Este grupo exige mejoras urgentes en la infraestructura vial, denunciando que el gobierno de Bernardo Arévalo ha ignorado por más de un año el mantenimiento de las carreteras, muchas de las cuales se encuentran en estado crítico. También reclaman restricciones impuestas por autoridades municipales que les impiden circular por rutas clave para su actividad.
Ambos sectores coinciden en señalar que el gobierno actual ha adoptado una postura confrontativa contra todos aquellos que no son parte de sus colectivos afines. La falta de diálogo, el incumplimiento de compromisos y el deterioro de los servicios públicos están alimentando un clima de tensión creciente en el país.
Los bloqueos no solo se concentraron en la capital, sino que se replicaron en varios puntos del interior, afectando la circulación en rutas como la CA-1 Occidente, la carretera al Atlántico y tramos clave en los departamentos de Escuintla, Santa Rosa y Chimaltenango.