El mandatario condena protestas en medio de la emergencia por sismos y ordena accionar de fuerzas de seguridad, pero su postura evidencia doble moral
El presidente Bernardo Arévalo condenó este jueves los bloqueos realizados por sindicatos del magisterio y del sector salud, calificándolos de «insensibles y descarados» en el contexto de la emergencia nacional provocada por los recientes sismos. Sin embargo, sus declaraciones han sido duramente cuestionadas, dado que él mismo fue uno de los principales impulsores de los bloqueos que paralizaron el país durante más de un mes en octubre de 2023.
Este jueves 10 de julio se reportaron al menos 21 puntos bloqueados en rutas del interior del país, además de cierres en áreas estratégicas de la capital como el Trébol. Los manifestantes exigen mejoras salariales y condiciones laborales dignas, principalmente en el sector salud y educación.
En respuesta, Arévalo declaró:
“Es completamente insensible y descarado bloquear las calles y carreteras del país cuando miles de familias sufren en carne propia las consecuencias de los sismos”.
El mandatario afirmó que ha girado instrucciones a las fuerzas de seguridad para que actúen conforme a los amparos vigentes que garantizan el derecho a la libre locomoción, con el objetivo de liberar las vías.
Contradicciones con su postura de 2023
Las declaraciones del presidente generaron inmediata controversia. En octubre de 2023, Arévalo respaldó activamente los bloqueos organizados por organizaciones como los 48 Cantones y otros movimientos indígenas, los cuales paralizaron el país durante semanas bajo la consigna de exigir la renuncia de fiscales del Ministerio Público.
En aquel entonces, el hoy presidente justificó los cierres como “una expresión legítima de la voluntad popular”. Ahora, al enfrentar protestas dirigidas contra su administración, adopta un discurso punitivo y de represión, evidenciando una marcada doble moral en el tratamiento a los manifestantes según su afinidad política.
Reacción violenta ante protestas opositoras
Durante su mandato, se ha documentado cómo la Policía Nacional Civil (PNC) ha sido enviada a disolver manifestaciones contrarias a su gobierno mediante el uso de la fuerza, mientras que mantiene una actitud pasiva cuando se trata de grupos afines, como los 48 Cantones, que jugaron un papel clave en su ascenso al poder.
La postura del presidente Bernardo Arévalo frente a los bloqueos evidencia una clara inconsistencia entre su discurso y su accionar. Mientras en 2023 defendía cierres masivos como expresión democrática, ahora los condena como acciones “insensibles”, dejando en evidencia que la tolerancia del gobierno a las manifestaciones depende del origen y la dirección de las protestas. La ciudadanía enfrenta así un escenario donde la libre expresión parece validarse solo cuando conviene al oficialismo.
