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WhatsAppLa violencia política golpeó este martes 12 de agosto en la Ciudad de Guatemala. El diputado Juan Ramón Rivas García, del partido Vamos, fue herido en un ataque armado perpetrado por sicarios en motocicleta, mientras que su guardaespaldas, Walter Timoteo Esquivel, murió tras intentar repeler la agresión. El hecho desató una fuerte condena de la bancada Vamos y un señalamiento directo al Gobierno por su incapacidad para frenar la ola criminal.
El ataque ocurrió en la 11 avenida y 1ª calle de la zona 2 capitalina, cuando hombres fuertemente armados a bordo de una motocicleta interceptaron el vehículo en el que se desplazaba el legislador junto a su equipo de seguridad. De acuerdo con testigos, los sicarios dispararon en repetidas ocasiones.
Walter Timoteo Esquivel, miembro del equipo de seguridad del diputado, intentó responder al fuego, pero recibió múltiples impactos de bala. Fue trasladado al Hospital General San Juan de Dios, donde falleció a los pocos minutos de su ingreso. El diputado Rivas resultó herido y se encuentra recibiendo atención médica.
Tras el atentado, la bancada Vamos emitió un comunicado oficial en el que expresó su “enérgico rechazo, repudio y condena” al ataque, además de responsabilizar directamente al ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, por la falta de resultados en materia de seguridad. El documento acusa al funcionario de minimizar la crisis al reducirla a un problema de “percepción” y exige su renuncia inmediata.
El comunicado también critica al presidente Bernardo Arévalo, señalándolo de fomentar la confrontación y no garantizar la unidad nacional, como establece la Constitución. “Si hoy, quienes cuentan con acceso a seguridad son víctimas de ataques armados, ¿qué puede esperar el guatemalteco común?”, cuestiona el bloque legislativo.
El jefe de la bancada Vamos, Alan Rodríguez, también manifestó su rechazo al crimen y expresó sus condolencias a la familia de Esquivel, a quien describió como un servidor comprometido que perdió la vida cumpliendo con su deber.
El atentado se suma a una creciente ola de violencia que en los últimos meses ha cobrado víctimas en diversos sectores, incluyendo figuras públicas, empresarios y civiles, evidenciando una escalada criminal que las autoridades no han logrado contener.