En una jornada parlamentaria marcada por intensos debates, el Congreso de la República de Guatemala aprobó con 84 votos la sanción del Decreto 7-2025, desafiando el veto presidencial de Bernardo Arévalo. La decisión expone la nueva configuración política del Congreso, donde el oficialismo ha perdido su capacidad de maniobra y control sobre temas clave como los Consejos Departamentales de Desarrollo (CODEDES), que hasta ahora habían sido su principal herramienta de negociación.
Derrota política para el oficialismo
Durante la sesión legislativa, los diputados afines al oficialismo y sus aliados defendieron el veto presidencial al Decreto 7-2025, el cual había sido aprobado previamente por el Congreso y que tiene como objetivo fortalecer el funcionamiento de los CODEDES, permitiendo la ejecución de obras de desarrollo en todo el país. Sin embargo, la mayoría del pleno votó a favor de sancionar directamente el decreto, dejando sin efecto el veto presidencial.
La moción verbal fue presentada por el diputado Álvaro Arzú, quien destacó la urgencia de respaldar a más de 300 alcaldes que firmaron una petición para que el Ejecutivo sancionara favorablemente el decreto. Pese a esa petición, el presidente Arévalo optó por vetar la iniciativa, en un intento evidente de mantener el control político de los fondos de desarrollo a través de los CODEDES.
Error estratégico del Ejecutivo
Uno de los elementos más graves revelados en la discusión parlamentaria fue el error técnico y estratégico del Ejecutivo, atribuido directamente a la Secretaria General de la Presidencia y al equipo de asesores del mandatario. Según lo discutido en el hemiciclo, el veto presidencial fue entregado fuera del plazo legal, lo que permitió al Legislativo ejercer su facultad constitucional de sancionar directamente el decreto.
Este fallo evidencia no solo una deficiente asesoría jurídica al presidente, sino también una falta de conocimiento del proceso legislativo, lo que derivó en una derrota institucional para el oficialismo. La incapacidad del Ejecutivo para manejar adecuadamente el veto dejó al descubierto su debilitamiento político dentro del Congreso.
Cambio en la correlación de fuerzas
La votación de este martes confirma un cambio claro en la correlación de fuerzas dentro del Congreso, donde la bancada oficial y sus aliados ya no cuentan con la mayoría que les permitió aprobar el presupuesto el año anterior, precisamente usando como moneda de cambio el control de los CODEDES.
La aprobación del Decreto 7-2025 —pese al veto presidencial— deja claro que el Congreso ha recuperado su autonomía, y que los bloques opositores han consolidado una mayoría funcional que puede frenar o modificar la agenda del Ejecutivo.