Este martes 8 de julio, el Congreso de la República celebró la 6ª sesión extraordinaria, la cual incluía temas clave como la elección del nuevo primer secretario de la Junta Directiva y del representante ante la Superintendencia de Competencia. Sin embargo, la jornada legislativa terminó en estancamiento por falta de quórum, evidenciando una vez más la división interna y la falta de consensos que paraliza el trabajo parlamentario.
La sesión fue convocada con una agenda que contemplaba la lectura de iniciativas de ley, dictámenes de comisiones legislativas y elecciones importantes dentro del Congreso, entre ellas la del primer secretario de la Junta Directiva, cargo que quedó vacante tras la salida de la diputada Karina Paz. Irónicamente, pese a su salida formal del cargo, Paz fue vista este día sentada junto al presidente del Congreso, Nery Ramos, lo que generó comentarios y confusión entre algunos legisladores presentes.
Otro punto relevante de la agenda era la elección del representante del Congreso ante la Superintendencia de Competencia, un cargo clave para la fiscalización de los mercados y el combate contra prácticas monopólicas.
A pesar de la importancia de los temas, la sesión solo avanzó en la lectura parcial de iniciativas y dictámenes, debido a la mínima presencia de diputados al inicio y la posterior falta de quórum, lo cual impidió continuar con la agenda. Luego de más de 30 minutos sin alcanzar los 82 diputados requeridos, el presidente Nery Ramos dio por cerrada la sesión.
Esta situación vuelve a poner en evidencia la crisis de funcionamiento que enfrenta el Congreso de la República, marcado por un Legislativo fraccionado entre la alianza oficialista y diversos bloques que acusan a la Junta Directiva de responder a intereses del Ejecutivo y de ciertos grupos aliados, lo que ha obstaculizado decisiones clave para el país.