La fuga de 20 peligrosos reos de la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II sigue revelando irregularidades. Según actas oficiales, los reclusos fueron requisados el 8 de octubre, pero no existen grabaciones de los días clave, y se investiga la manipulación deliberada de las cámaras. Diputados advierten que podrían ser hasta 100 los reos evadidos en distintos centros, agravando una crisis que salpica a altos funcionarios del Sistema Penitenciario.
Documentos oficiales del Sistema Penitenciario (SP) confirman que el pasado 8 de octubre se realizaron requisas en la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II. Estas diligencias, coordinadas con la Fiscalía contra el Delito de Extorsión del Ministerio Público, incluyeron revisión de internos y decomisos de dinero en efectivo. Las actas señalan que al concluir las requisas, los privados de libertad fueron reincorporados a sus sectores sin novedad alguna.

Sin embargo, tras la confirmación de la fuga de 20 reos, muchos de ellos integrantes de la estructura criminal Barrio 18, surgen serias inconsistencias. No existen grabaciones de video correspondientes a los días 8, 9 y 10 de octubre, justo cuando se habría producido la fuga. Según información que circula en entornos legislativos y fuentes penitenciarias, las cámaras de seguridad habrían sido intencionalmente volteadas hacia el techo para evitar registrar el escape.
Uno de los casos que más llama la atención es el del reo Byron Fajardo, alias «Blank Demon», quien habría utilizado una prótesis de pierna como parte del mecanismo de fuga. Este hecho también está bajo investigación.
El diputado José Chic, durante una fiscalización, señaló que se manejan dos hipótesis principales: que los reos pudieron salir disfrazados con uniformes de la Policía Nacional Civil (PNC) o del mismo Sistema Penitenciario (SP). Chic enfatizó que la responsabilidad directa recae sobre los funcionarios de presidios que operan dentro del penal.
Por su parte, el diputado Allan Rodríguez advirtió que la crisis podría ser mucho más grave de lo que se ha informado. Según datos que han llegado a su equipo de trabajo, podrían ser hasta 100 los privados de libertad fugados en distintos centros carcelarios, lo cual —de confirmarse— representaría una catástrofe en términos de seguridad nacional.
Pese a estas alarmantes revelaciones, funcionarios claves del Ministerio de Gobernación, incluyendo al ministro Francisco Jiménez y a varios viceministros, continúan en sus cargos. Este hecho ha generado una fuerte ola de críticas desde distintos sectores sociales y políticos que exigen depuración inmediata y responsabilidades penales.
La manipulación de cámaras, el posible uso de disfraces policiales, y la sospecha de una cifra mucho mayor de reos fugados, revelan una red de complicidad dentro del sistema penitenciario. El caso Fraijanes II se consolida como uno de los escándalos más graves en materia de seguridad y corrupción en lo que va del gobierno de Bernardo Arévalo. Mientras persisten las dudas y crece la indignación ciudadana, las autoridades responsables siguen sin rendir cuentas ni ser removidas de sus cargos, profundizando la desconfianza hacia las instituciones de seguridad del país.