Una vez más, Guatemala vuelve a ser señalada como punto de origen de grandes cargamentos de droga que terminan en Europa. Esta vez, la Agencia Tributaria de España informó la incautación de 1,190 kilos de cocaína oculta en un supuesto cargamento de cartón reciclado procedente del país centroamericano. La operación, denominada “Shuko”, es ya considerada como la mayor aprehensión de cocaína en la Comunidad de Madrid en los últimos 20 años.
La droga fue detectada en 14 contenedores que transportaban 500 balas de cartón reciclable, con un peso total de 335 toneladas, enviados desde Guatemala al puerto de Barcelona. La investigación se activó tras sospechas sobre una empresa que importaba cartón desde Guatemala y México, y que presentaba inconsistencias en la distribución de sus mercancías.
Del total de droga incautada, 990 kilos fueron localizados en una nave industrial en el polígono de Camarma de Esteruelas en Madrid, mientras que otros 200 kilos fueron interceptados en la primera fase de inspección en Tarragona, al revisar una de las balas que contenía paquetes ocultos entre capas de cartón.
Para dificultar su detección, la cocaína fue escondida únicamente en 60 de las 500 balas, todas ellas etiquetadas con el mismo número de referencia. El hallazgo fue posible gracias a un seguimiento y vigilancia discreta realizada por el Servicio de Vigilancia Aduanera en Tarragona, y más tarde, con una entrega controlada hacia Madrid.
Los investigadores reportan que las balas de cartón no eran destinadas a empresas reales de reciclaje, sino que varias eran enviadas a naves sin infraestructura adecuada, levantando sospechas sobre el propósito real de estas importaciones.
Investigados y estructura criminal
Por este caso, actualmente se encuentran bajo investigación cinco personas y la empresa importadora responsable del cargamento. Se sospecha que esta organización criminal operaba con una estructura logística bien organizada y conexiones en Guatemala para facilitar la salida de la droga camuflada como carga legal.
Este caso reafirma el uso de Guatemala como corredor del narcotráfico internacional, facilitando el paso de cocaína hacia Europa mediante métodos sofisticados de ocultamiento. A pesar de múltiples incautaciones similares en el pasado, las autoridades guatemaltecas aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre la procedencia de los contenedores o la responsabilidad de empresas locales en la exportación del material contaminado con estupefacientes.
La incautación de más de una tonelada de cocaína en España, procedente de Guatemala, vuelve a poner al país en el foco internacional del narcotráfico. Este nuevo escándalo evidencia la falta de control aduanero y portuario, así como la ausencia de acciones efectivas del Estado para frenar el uso del territorio nacional como plataforma del crimen transnacional. Mientras tanto, la droga sigue saliendo, los responsables locales no aparecen, y la imagen del país se hunde bajo la complicidad o el silencio de las autoridades.