EE. UU. impondrá multa de $5,000 por ingreso ilegal: Patrullas reportan cifras históricas más bajas desde 1970

Estados Unidos anunció este 15 de octubre la implementación de una multa de $5,000 para toda persona que intente ingresar de manera ilegal al país por la frontera. Esta medida se suma a una serie de acciones que, según informes oficiales, han permitido que en el año fiscal 2025 se registren las cifras más bajas de detenciones por cruce ilegal desde 1970.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) comunicaron que la nueva sanción económica de $5,000 busca reforzar las políticas migratorias y disuadir los intentos de ingreso irregular por la frontera sur, especialmente en un contexto donde el flujo migratorio ha disminuido drásticamente.

El pasado 7 de octubre, ambas agencias informaron que la Patrulla Fronteriza registró un mínimo histórico en detenciones durante el año fiscal 2025, superando las estadísticas de las últimas cinco décadas. Este logro ha sido atribuido al fortalecimiento de medidas implementadas desde la administración del expresidente Donald Trump, que se han mantenido en vigencia bajo distintos mecanismos legales.

Entre las políticas destacadas figura el control militarizado de zonas fronterizas y la construcción del muro fronterizo, cuya estética también fue modificada con fines disuasorios. El 19 de agosto, la gobernadora Kristi Noem reveló que Trump ordenó que todo el muro a lo largo de la frontera entre EE. UU. y México fuera pintado de negro, con el propósito de desalentar los cruces ilegales, dado que el color absorbe calor extremo y dificulta el contacto físico.

Además, la CBP destacó que julio fue el tercer mes consecutivo sin que se liberaran extranjeros que ingresaron ilegalmente al país, consolidando una política de cero tolerancia que ha sido clave para alcanzar estos indicadores históricos. Esta estrategia también ha reducido la saturación en los centros de detención migratoria, permitiendo un mayor control operativo.

Con la imposición de una multa de $5,000 y el mantenimiento de políticas estrictas de control fronterizo, Estados Unidos reafirma su compromiso con la defensa de su soberanía y la legalidad en sus procesos migratorios. Las cifras históricamente bajas de detenciones y cruces ilegales reflejan el impacto directo de las medidas impulsadas desde la administración Trump, marcando un precedente en la lucha contra la inmigración irregular.