A pesar de que el presidente Bernardo Arévalo aseguró públicamente que su administración mantendría el diálogo abierto con el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), este miércoles sus funcionarios decidieron ausentarse de una reunión clave con los líderes del magisterio nacional, dejando en evidencia una preocupante contradicción entre el discurso oficial y la realidad.
La reunión, convocada en la bancada del partido UNE en el Congreso de la República, tenía como objetivo avanzar en las negociaciones y, según lo anunciado, presentar el plan para el retorno a clases por parte del gremio magisterial. Sin embargo, los representantes del Ejecutivo brillaron por su ausencia, a pesar de que el presidente había afirmado que sus funcionarios estaban instruidos a dialogar con el STEG.
Dicho retiro parece estar motivado por una nueva directriz emitida por el mismo mandatario, en la que instruyó a sus funcionarios a abandonar las citaciones “donde se les falte el respeto”. Esta postura, que algunos analistas han calificado de evasiva y autoritaria, pone en entredicho la voluntad del gobierno de enfrentar las tensiones sociales mediante el diálogo democrático.
El líder del magisterio nacional, Joviel Acevedo, quien se presentó personalmente al Congreso, lamentó profundamente la ausencia de las autoridades. “Hoy era un día clave. Veníamos con una propuesta clara para el retorno a clases. No solo nos vamos sin respuestas, sino que los maestros regresan a sus departamentos sin soluciones”, expresó con evidente molestia.
Acevedo también anunció que en los próximos días llegarán al país delegados de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y representantes de sindicatos a nivel mundial para verificar el estado del respeto a los derechos laborales y sindicales en Guatemala. Esta visita podría marcar un nuevo capítulo de presión internacional hacia el Gobierno de Arévalo, cuya imagen de apertura se desvanece ante sus acciones.