Guatemala será anfitriona de la quinta reunión de autoridades penitenciarias de los Estados miembros de la OEA en Antigua Guatemala, justo cuando el país atraviesa una grave crisis en su sistema penitenciario tras la fuga de 20 reos en Fraijanes II. La ironía es que el evento será presidido por el Ministerio de Gobernación, dirigido aún por Francisco Jiménez, quien sigue en el cargo a pesar de que el presidente aseguró públicamente haberle aceptado la renuncia.
Este 15 de octubre fue publicada en el Diario de Centro América la ratificación del acuerdo entre Guatemala y la Organización de los Estados Americanos (OEA) para realizar la quinta reunión de autoridades responsables de políticas penitenciarias y carcelarias. El evento se celebrará próximamente en Antigua Guatemala, con participación de representantes de toda América.
La reunión internacional se presenta como una oportunidad para debatir sobre el fortalecimiento de los sistemas penitenciarios en la región. Sin embargo, la realidad nacional contrasta fuertemente con el discurso oficial: Guatemala se encuentra sumida en una crisis penitenciaria sin precedentes, tras la fuga de 20 privados de libertad de la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II en agosto, un hecho que fue ocultado por más de un mes y revelado oficialmente hasta el 12 de octubre.
El acuerdo fue firmado el 3 de septiembre por el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, y ratificado por el Ejecutivo el 2 de octubre. A pesar de las múltiples exigencias para su destitución, y del anuncio del propio presidente, quien afirmó haberle aceptado la renuncia, Jiménez continúa ejerciendo funciones, incluso como anfitrión de este evento internacional.
A la crisis penitenciaria se suma la denuncia del viceministro de Seguridad, José Ronaldo Portillo Salazar, quien este martes acudió al Ministerio Público para denunciar una estructura de tráfico de personas dentro de la PNC y señaló directamente a la viceministra de Antinarcóticos como responsable de la fuga de reos. Además, indicó que esta habría recibido dinero y que la Comisión Presidencial contra la Corrupción ya tiene conocimiento del caso, sin haber actuado.
Guatemala será sede de una cumbre regional sobre sistemas penitenciarios mientras enfrenta su peor escándalo carcelario en años, sin responsables destituidos, con reos aún prófugos y con graves denuncias de corrupción sin respuesta institucional. La permanencia de Francisco Jiménez en el cargo, pese a la supuesta renuncia aceptada, evidencia la falta de claridad y voluntad política para asumir consecuencias. La contradicción entre el discurso internacional y la realidad nacional pone en entredicho la credibilidad del Estado guatemalteco ante la comunidad internacional.