En un hecho histórico, Israel y el grupo terrorista Hamás han llegado a un acuerdo que marca el inicio de la primera fase de un plan de paz para poner fin a la guerra de dos años en la Franja de Gaza. La iniciativa, liderada por el presidente estadounidense Donald Trump, contempla la liberación de rehenes, el retiro militar israelí a una línea acordada y la instauración de un gobierno tecnocrático en Gaza, entre otras medidas.
Según el anuncio oficial, Hamás ha aceptado liberar a los rehenes y restos humanos que aún mantiene en su poder, un acto que se espera se concrete el próximo lunes 13 de octubre. A cambio, Israel retirará sus tropas hasta una línea definida y suspenderá las operaciones militares en Gaza.
La portavoz de la oficina del primer ministro israelí, Shosh Bedrosian, informó en conferencia de prensa que el alto el fuego entrará en vigor dentro de las 24 horas siguientes a la reunión del Gabinete de Seguridad. El propio primer ministro Benjamin Netanyahu agradeció públicamente a Trump y a su equipo por su papel en la negociación, destacando el «compromiso real por la paz».
El anuncio fue recibido con celebraciones tanto en Israel como en Gaza, mientras familias de rehenes israelíes agradecieron directamente al presidente Trump a través de una llamada telefónica junto al secretario de Comercio, Howard Lutnick.
Líderes de Europa, el mundo árabe y organismos internacionales han aplaudido el acuerdo, reconociendo el papel de Trump como mediador central. Hamás también emitió un comunicado confirmando su aceptación parcial del plan y declarando su disposición a renunciar al poder sobre Gaza, aunque pidió nuevas consultas para discutir otros aspectos del pacto.
El plan de paz impulsado por Donald Trump establece que Israel no ocupará ni anexará Gaza, y que el territorio será gobernado temporalmente por un comité tecnocrático palestino sin vínculos políticos ni presencia de Hamás. Esta administración estará supervisada por una «Junta de Paz» internacional, presidida por Trump e integrada por figuras como el ex primer ministro británico Tony Blair. El acuerdo busca desradicalizar Gaza y convertirla en una zona libre de terrorismo, mientras se garantiza ayuda internacional para la reconstrucción. También se contempla que, una vez implementadas reformas internas, la Autoridad Palestina podría asumir un rol político que lleve eventualmente hacia un Estado palestino soberano.
El acuerdo entre Israel y Hamás, mediado por Donald Trump, representa el avance más significativo hacia la paz en Gaza desde el estallido del conflicto en 2023. Con la liberación de rehenes, el cese de hostilidades y un nuevo marco para la gobernabilidad en Gaza sin presencia de Hamás, el plan abre una ventana de oportunidad histórica para estabilizar la región. Sin embargo, su éxito dependerá de la implementación efectiva de cada fase y de la voluntad política de todas las partes para mantener los compromisos.