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WhatsAppEl impacto de las intensas lluvias que azotan a Honduras desde finales de septiembre ha cobrado la vida de al menos once personas y dejado más de diez mil damnificados, según informó el Comité Permanente de Contingencia (Copeco). Las precipitaciones, que no dan tregua desde el pasado 29 de septiembre, continúan afectando gravemente a distintas regiones del país.
De acuerdo con el informe oficial, el temporal ha provocado la muerte de cinco menores de edad entre las once víctimas confirmadas, mientras que 10,491 personas han resultado afectadas y 1,996 han sido declaradas damnificadas. Además, 347 ciudadanos fueron evacuados, 32 rescatados y una persona permanece desaparecida. El fenómeno ha dejado 65 comunidades incomunicadas, generando una crisis humanitaria en varios puntos del territorio.
La Copeco detalló que cuatro departamentos del país permanecen en alerta roja, lo que implica evacuación inmediata de las zonas de riesgo, mientras que otros cinco se mantienen en alerta amarilla por evacuación preventiva y cinco más en alerta verde, de carácter preventivo. El organismo atribuye el temporal a la interacción de sistemas atmosféricos provenientes tanto del Caribe como del Pacífico, que han potenciado las lluvias en gran parte del territorio hondureño.
Las fuertes precipitaciones también han provocado graves daños en infraestructura vial y agrícola. Varias carreteras y puentes han colapsado o quedado parcialmente destruidos, y los deslizamientos de tierra complican el acceso a comunidades rurales. Además, extensas zonas agrícolas han quedado anegadas, afectando la producción local de granos básicos, frutas y hortalizas, lo que podría generar un impacto económico en los próximos meses.
Las autoridades hondureñas advirtieron que las lluvias continuarán, al menos, durante los próximos tres días. En los departamentos bajo alerta roja, las clases en todos los centros educativos fueron suspendidas para el lunes y martes, con el fin de resguardar la integridad de estudiantes y docentes. Organismos de socorro y protección civil mantienen operativos de vigilancia y atención humanitaria, mientras se evalúan los daños y las necesidades urgentes de las poblaciones más afectadas.