La crisis en el Preventivo para Varones de la zona 18 continúa sin resolverse. Reos del Barrio 18 mantienen retenidos a seis guardias penitenciarios y han dejado a uno de ellos herido, exigiendo traslados para evitar enfrentamientos con pandillas rivales. La situación refleja nuevamente la incapacidad del Ministerio de Gobernación para mantener el control de las cárceles del país.
De acuerdo con las autoridades, la mesa técnica conformada por el Ministerio de Gobernación, la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército busca llegar a un acuerdo con los internos, evitando por el momento una intervención armada para no poner en riesgo la vida de los rehenes.
Los reos del Barrio 18 insisten en que la causa del motín es la decisión de mantener en un mismo penal a miembros de su pandilla y de la Mara Salvatrucha (MS-13), situación que, aseguran, podría derivar en enfrentamientos violentos.
En el interior del penal, la tensión es alta, mientras que en el exterior se mantiene un anillo de seguridad reforzado con presencia de unidades tácticas de la PNC y el Ejército. Hasta el momento, no se ha confirmado el estado de salud de cinco de los guardias retenidos, aunque se reporta que uno de ellos sufrió una herida leve.
Analistas en temas de seguridad y derechos humanos advierten que esta crisis es el resultado de años de ineficiencia y ausencia de control real en el sistema penitenciario. Señalan que el actual ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, no ha logrado implementar una estrategia efectiva para reducir el poder de las estructuras criminales que operan desde el interior de las cárceles.
El hecho de que pandillas puedan retener a personal penitenciario y negociar con las autoridades demuestra la pérdida de autoridad del Estado sobre estos centros, convirtiéndolos en espacios donde el crimen organizado impone sus propias reglas.