La crisis carcelaria llegó a un punto crítico este martes 12 de agosto, cuando un motín en el Preventivo para Varones de la zona 18 dejó a seis guardias penitenciarios como rehenes. El hecho, que incluyó la difusión de un video con mensajes dictados por reclusos, expone la falta de control del Ministerio de Gobernación, dirigido por Francisco Jiménez, sobre las prisiones del país.
El motín se desató en horas de la mañana dentro del Preventivo, uno de los centros penitenciarios más conflictivos del país. En un video ampliamente compartido en redes sociales, un guardia penitenciario aparece leyendo un comunicado supuestamente dictado por los internos, donde exigen la separación inmediata de miembros de pandillas rivales —Barrio 18 y Mara Salvatrucha—, advirtiendo que mantenerlos juntos podría provocar una escalada de violencia.
En el mismo mensaje, los reclusos culpan directamente a las autoridades del Sistema Penitenciario y del Ministerio de Gobernación de haber provocado la crisis por decisiones equivocadas y por “engañar a la población” sobre la situación real dentro de las cárceles.
Durante el incidente, un guardia penitenciario sufrió una herida de bala en el hombro y fue trasladado de emergencia al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) en la zona 6. Hasta el cierre de este reporte, las autoridades no han informado oficialmente sobre el estado de los otros rehenes ni sobre las acciones concretas para recuperar el control del penal.
En las afueras del Preventivo, varias unidades de Bomberos Voluntarios permanecen en alerta, mientras la Policía Nacional Civil (PNC) y fuerzas especiales mantienen un fuerte despliegue de seguridad.
Analistas señalan que este motín es una muestra clara de la pérdida total de control del Estado sobre el sistema penitenciario, un problema crónico que el actual ministro de Gobernación no ha logrado contener. La capacidad de los reos para organizarse, retener personal y enviar mensajes públicos desde el interior de la prisión refleja un nivel alarmante de poder y organización criminal.