El Ministerio Público (MP) expresó públicamente su preocupación ante la falta de cooperación del secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo, luego de que este denunciara en conferencia de prensa una supuesta persecución en su contra por parte de individuos que lo estarían siguiendo en vehículos y fotografiándolo para luego divulgar las imágenes en supuestos netcenters.
Según el comunicado oficial del MP, se han realizado diversos intentos de contacto con el funcionario a través de llamadas, notas escritas y visitas presenciales, con el fin de darle el debido seguimiento a sus declaraciones. No obstante, el secretario Palomo no ha respondido ni comparecido, lo que ha impedido iniciar una investigación formal y proceder conforme a la ley.
El Ministerio Público reiteró su compromiso con la legalidad, objetividad e imparcialidad, y lamentó lo que considera una actitud obstruccionista por parte del funcionario. En su publicación en redes sociales, la institución señala que las declaraciones de Palomo, al no estar acompañadas de una denuncia formal, carecen de respaldo jurídico y generan desinformación.
El MP también rechazó las críticas emitidas públicamente por Palomo, y lo instó a actuar con responsabilidad institucional en su calidad de representante del Organismo Ejecutivo.
Críticas recientes por intento de censura y discurso ideológico
El silencio del secretario Palomo tras sus primeras declaraciones ha coincidido con nuevas acusaciones en su contra. Diversos sectores han denunciado que el funcionario intentó censurar a quienes han cuestionado la falta de transparencia del Gobierno respecto al levantamiento de la reserva del artículo 27 de la Convención de Viena, una decisión tomada por el presidente Bernardo Arévalo sin previo aviso al público.
Dicho acuerdo apareció en el Diario Oficial sin haber sido previamente comunicado, lo que ha generado fuertes críticas por la opacidad del procedimiento. A esto se suma la conducta ideologizada de Palomo, quien ha sostenido abiertamente el discurso del partido Movimiento Semilla, pese a que su cargo como vocero presidencial debería regirse por criterios de neutralidad y representación institucional, no partidaria.
El caso de Santiago Palomo expone las tensiones entre el Ejecutivo y el Ministerio Público, en un contexto donde la transparencia, la cooperación interinstitucional y el respeto al estado de derecho están siendo severamente cuestionados. La falta de acción para formalizar su propia denuncia, sumada a su actitud partidista, pone en duda su papel como servidor público imparcial.


