En medio de una crisis nacional por la fuga de 20 reos peligrosos del penal Fraijanes II, el presidente Bernardo Arévalo ha evitado presentarse públicamente ante la prensa y la ciudadanía. Tras varios días de ausencia y sin dar declaraciones en vivo, este viernes se canceló «La Ronda», el espacio gubernamental destinado a informar y responder preguntas, lo que ha generado fuertes críticas por la falta de transparencia y liderazgo.
«La Ronda», un espacio supuestamente creado para rendir cuentas, escuchar a la población y responder preguntas de la prensa, ha quedado prácticamente en el abandono desde la semana pasada. Tradicionalmente se realiza los lunes y viernes, encabezada principalmente por el presidente Bernardo Arévalo y miembros clave del Gabinete. Sin embargo, desde su viaje por Europa, el mandatario ha optado por el silencio en lugar de encarar la grave crisis de seguridad que enfrenta el país.
El fin de semana pasado se dio a conocer la fuga de 20 reos de alta peligrosidad, integrantes del Barrio 18, del centro de detención de máxima seguridad Fraijanes II. El hecho puso en evidencia graves fallas en el sistema penitenciario, posibles actos de corrupción, y negligencia institucional de alto nivel.
El lunes siguiente a la fuga, el presidente aún no había regresado de su viaje internacional, y su suplente constitucional, la vicepresidenta Karin Herrera, tampoco se presentó en «La Ronda» ni ofreció ninguna conferencia para dar explicaciones, calmar a la población o detallar las acciones del gobierno ante el escándalo penitenciario. El silencio fue absoluto.
Este viernes 17 de octubre, cuando se esperaba finalmente la participación del mandatario para abordar la crisis, el Ministerio de Gobernación notificó pasadas las 9 de la noche del jueves a los periodistas que no se llevaría a cabo la conferencia, reforzando la percepción de que el presidente está evitando cualquier contacto con los medios de comunicación o preguntas incómodas sobre su gestión de la crisis.
Incluso el anuncio sobre la salida del ministro de Gobernación Francisco Jiménez, quien, a pesar del mensaje presidencial continúa en funciones, fue realizado a través de un mensaje pregrabado, sin permitir a la prensa cuestionar ni al mandatario ni a los funcionarios responsables.
La situación ha generado un fuerte rechazo entre sectores de oposición, sociedad civil y ciudadanos que ven con preocupación cómo se repite el patrón de un gobierno que prometió transparencia y cercanía con la población, pero que en los momentos críticos opta por el silencio y la opacidad.
La ausencia del presidente Arévalo en espacios clave para la rendición de cuentas, como «La Ronda», y su negativa a enfrentar públicamente la crisis penitenciaria, refleja un preocupante abandono del deber de liderar con responsabilidad y transparencia. Mientras el país exige respuestas y acciones concretas, el gobierno responde con evasivas y silencio. La falta de comunicación directa en uno de los momentos más delicados en materia de seguridad deja en evidencia una grave crisis de liderazgo en el Ejecutivo.