En el marco de su gira oficial por Asia, el presidente Bernardo Arévalo llegó este domingo a Taiwán para sostener reuniones bilaterales y participar en actos protocolarios. Sin embargo, ha llamado la atención el hotel donde se hospedará la delegación guatemalteca, un lujoso recinto cuyos costos están siendo cubiertos con fondos públicos, en momentos en que el país enfrenta múltiples crisis.
El viaje del mandatario se realiza acompañado de una comitiva oficial que incluye a la ministra de Economía, Gabriela García; el canciller Carlos Martínez; el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo; la secretaria privada Ana Glenda Tager; y la Primera Dama, Lucrecia Peinado.
El gasto del viaje ha despertado críticas, no solo por el momento en que se realiza —mientras sectores como el magisterio y la salud demandan atención urgente del Ejecutivo— sino también por el silencio respecto a los costos reales de hospedaje, transporte, logística y viáticos para todos los funcionarios y acompañantes.
La opacidad en torno a estos gastos alimenta aún más la percepción de desconexión del Gobierno respecto a las prioridades nacionales. Mientras en Guatemala la inseguridad, la desnutrición y la falta de inversión en infraestructura básica son temas urgentes, el presidente Arévalo continúa acumulando millas internacionales y tomando decisiones que muchos consideran más simbólicas que efectivas.
Este viaje, financiado por el erario nacional, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la austeridad y el uso responsable de los recursos del Estado, especialmente cuando miles de ciudadanos enfrentan limitaciones para acceder a servicios básicos.