Telegram
WhatsApp
Luego de expresar su respaldo a la selección nacional con un mensaje cargado de simbolismo y referencias al calendario maya, el presidente evitó pronunciarse tras la derrota 1-0 ante El Salvador. La ausencia de comentarios posteriores ha generado críticas sobre un posible uso populista del deporte para ganar simpatías.
El pasado 4 de septiembre, horas antes del partido entre Guatemala y El Salvador, el presidente utilizó sus redes sociales para enviar un mensaje de aliento a la selección nacional. En su publicación, hizo referencia al calendario maya, destacando la energía «3 Ajpu», asociada con liderazgo, certeza y precisión. “Hoy no juegan 11, hoy en la cancha son millones de guatemaltecos”, concluyó, acompañando el texto con emoticonos patrióticos.
Sin embargo, tras la derrota del combinado nacional por 1-0 frente a su similar salvadoreña, el mandatario no volvió a pronunciarse sobre el resultado ni sobre el desempeño del equipo. Esta omisión no pasó desapercibida entre sectores críticos, quienes señalan que el gesto inicial fue puramente simbólico y oportunista, aprovechando el fervor futbolístico para reforzar su imagen pública sin asumir responsabilidades o emitir valoración alguna una vez conocido el desenlace del encuentro.
Analistas políticos coinciden en que este tipo de acciones reflejan una estrategia de comunicación centrada en el populismo emocional, en la cual se utiliza el deporte como vehículo de identificación masiva, sin un verdadero compromiso con el desarrollo del mismo ni con sus protagonistas.
El silencio del presidente tras la derrota de Guatemala ante El Salvador ha reforzado las percepciones de que su apoyo a la selección fue un acto calculado y populista. Mientras el país sigue esperando acciones concretas en el ámbito deportivo, muchos ciudadanos cuestionan si los mensajes del mandatario buscan realmente unir a la nación o simplemente cosechar popularidad pasajera.