En plena crisis del Sistema Penitenciario, tras la fuga de 20 reos de la cárcel Fraijanes II en agosto pasado —hecho que fue reportado oficialmente hasta el 12 de octubre—, el presidente ha designado a Mario Luis Pacay como director en funciones de la institución. La decisión ha desatado cuestionamientos, ya que Pacay fue procesado en 2014 por agredir a una diputada durante disturbios frente al Congreso. A pesar de las presiones, el mandatario se niega a destituir al actual ministro de Gobernación.
La administración del presidente continúa enfrentando críticas por el manejo de la seguridad penitenciaria, especialmente luego de que se confirmara la fuga de 20 reos de la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II. El hecho ocurrió en agosto de 2025, pero fue mantenido en secreto hasta el 12 de octubre, cuando la información salió a la luz pública, generando indignación y exigencias de rendición de cuentas.
En este contexto, el presidente nombró como nuevo director en funciones del Sistema Penitenciario a Mario Luis Pacay, figura cercana al oficialismo. En 2022, Pacay estuvo a cargo del Fondo Rotativo del Congreso bajo la presidencia legislativa de Shirley Rivera, y previamente se desempeñó como director interino del Departamento de Comunidades en Desarrollo de la Municipalidad de Mixco.
Sin embargo, su historial incluye un proceso penal abierto en 2014, cuando fue capturado durante disturbios en el Congreso de la República. En esa ocasión, el Ministerio Público lo acusó de atentado con agravación específica y desorden público, luego de que agrediera a la diputada Delia Back. El Juzgado de Paz de turno lo benefició con arresto domiciliario tras el pago de una caución de Q25 mil.
La participación de Pacay en esa manifestación fue confirmada por el entonces alcalde de Mixco, Otto Pérez Leal, quien señaló que el ahora funcionario fue uno de los empleados municipales involucrados en los disturbios.
A pesar de las críticas y de los antecedentes, el Ejecutivo ha defendido su nombramiento y también ha cerrado filas en torno al ministro de Gobernación, quien está bajo fuertes cuestionamientos por la fuga masiva en Fraijanes II. Hasta el momento, el presidente se ha negado públicamente a removerlo del cargo, lo que ha profundizado las dudas sobre la voluntad del Gobierno de asumir responsabilidades ante esta crisis.
El nombramiento de Mario Pacay, con antecedentes judiciales y vínculos directos con figuras del oficialismo, como nuevo director del Sistema Penitenciario, agrava la percepción de falta de responsabilidad institucional en un momento crítico. Mientras 20 reos continúan prófugos y no hay claridad sobre las acciones para fortalecer el control penitenciario, el presidente evita hacer cambios en su equipo de seguridad, dejando en evidencia una gestión marcada por la opacidad y la protección política por encima de la legalidad y la rendición de cuentas.