A días del inicio de los Juegos Centroamericanos Guatemala 2025 (18 al 30 de octubre), el presidente del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), Yamil Bukele, advirtió públicamente sobre graves vacíos informativos y retrasos en la organización del evento. En un comunicado difundido en redes sociales, el funcionario señaló que aún no se tiene certeza sobre detalles logísticos, competencias, ni sobre el estado de los circuitos deportivos previstos, lo que genera “una real preocupación” para todas las delegaciones participantes.
En su comunicado, Bukele anuncia lo siguiente:
No se ha recibido información privilegiada vital para delegaciones previo al viaje. Detalles como los alojamientos, transporte, instalaciones deportivas, horarios y cronogramas aún no están claros.
No se conoce con precisión qué competencias se llevarán a cabo, ni sus sedes exactas o reglas técnicas.
Preocupa que las remodelaciones de los circuitos, instalaciones o centros destinados para los juegos aún no se han concluido, lo que podría afectar la logística y la preparación de los atletas.
Yamil Bukele reconoce el reto que implica coordinar un evento de esta magnitud, y aunque dice desear lo mejor al comité organizador guatemalteco, el mensaje es claro: sin respuestas inmediatas no se garantiza que todo se desarrolle sin contratiempos. El llamado a la transparencia, coordinación y cumplimiento de compromisos de ambas partes resuena como exigencia urgente.
La alerta lanzada por Yamil Bukele expone deficiencias concretas en la preparación de los Juegos Centroamericanos Guatemala 2025 que podrían traducirse en graves inconvenientes para los atletas salvadoreños y otras delegaciones. A pocos días del inicio, la falta de certeza en información clave, el retraso en las remodelaciones de recintos deportivos y la falta de claridad en lo logístico, constituyen un riesgo que, de no atenderse con urgencia, podría empañar lo que debería ser un magno evento regional. El gobierno salvadoreño, el INDES y los organizadores del evento tienen hoy la responsabilidad de brindar garantías sólidas para evitar sorpresas, fallas operativas o perjuicios deportivos que luego serían difíciles de subsanar.